¿Qué es la socialización y resocialización en las organizaciones? Parte I
Buenos días a todos! En esta entrada os hablaré acerca de la socialización y la resocialización en las organizaciones actuales. Qué implica y qué significan estos conceptos:
En
nuestros días, la experiencia de incorporarse a una organización, integrarse en
ella y en algunos casos dejarla, es un fenómeno muy común dentro de las
sociedades desarrolladas.
La incorporación
va a suponer para el nuevo empleado entrar a formar parte de la organización,
lo que va conllevar multitud de eventos
y procesos. Durante su incorporación, el nuevo empleado experimentará un
cambio de actitudes y será particularmente susceptible a la persuasión; podrá
estar ansioso y sufrir estrés antes y durante su incorporación, y, en un
intento de reducir la incertidumbre, tratará
de hacer predicciones para ganar el control de su ambiente.
Teniendo
en cuenta que:
1. El
periodo inmediatamente posterior a la incorporación es esencial para que el
sujeto desarrolle el rol laboral y se ajuste en la organización.
2. Las
tasas de abandono voluntario (importante coste para muchas empresas) son más
elevadas entre los nuevos empleados que entre los veteranos.
3. Aquellos
empleados que, aun sin integrarse, decidan continuar en la empresa terminarán
constituyendo, a largo plazo, un coste aún más grande para la organización
Podemos
hacernos a la idea de los enormes beneficios que pueden obtener las
organizaciones al aumentar sus conocimientos de cara a facilitar unas adecuadas
relaciones entre el trabajador y la organización, ya desde antes de su ingreso en la misma, optimizando el proceso de
incorporación (que es donde se constituirá el rol organizacional del
trabajador) al máximo posible.
La
socialización organizacional es el
proceso por el que la persona aprende los valores, habilidades, expectativas y
conductas que son relevantes para asumir un determinado rol organizacional y
participar como miembro activo en la organización. Schein (1979) la define como
“la forma de ponerse al tanto”.
Es
importante que comprendamos que aunque algunas veces la socialización
organizacional se ha entendido como el proceso por el cual la organización influye sobre sus empleados, como si se
tratase de una forma de absorción del individuo por la organización, nosotros
consideramos que esto no es del todo así, desde el momento que la socialización
implica siempre, paralelamente, un proceso de individualización, que en nuestro
caso se traduce en la incidencia que los propios individuos tienen sobre la
organización y sobre su rol (relación dialéctica trabajadores-organización) (dimensión personal del rol). Esto tiene
especial importancia en nuestros días, donde las empresas actuales buscan a
toda costa el intraemprendedurismo, es decir, que los trabajadores no se
limiten a la ejecución de un rol preestablecido o consensuado.
La socialización ocurre siempre que un individuo cambia sus roles o “cruza una frontera” dentro de la
organización. Esto sucede cuando el trabajador es transferido de un
departamento a otro dentro de la misma empresa (promoción horizontal) o cuando es promovido a un cargo superior (promoción vertical). O incluso, cuando
el empleado permanece en el mismo rol y ubicación dentro de la empresa, pero
suceden cambios en el ambiente organizacional (por ejemplo, el ajuste a un
nuevo jefe de sección o el cambio en los objetivos y misión de la empresa).
Es
así, que debido a las características rápidas e intensamente cambiantes del
mercado laboral actual (flexibilización del mercado de trabajo y precarización
del empleo), este proceso de socialización, que en el pasado se daba una vez y
para siempre (al incorporarse por primera vez a un puesto de trabajo) pasa a
ser constante y cíclico, por lo que sería mejor denominarlo ahora como resocialización.
Fisher,
en 1986, realizó un modelo, según el cual este proceso de socialización estaría
constituido por 3 etapas:
1. La etapa de socialización
anticipatoria (o prellegada):
que representaría el grado en el cual una persona ha adquirido, antes de su
ingreso, los valores, conductas y actitudes que son relevantes para su comportamiento
en la organización.
-Esta
fase es importante, porque que el trabajador consiga una visión realista de su
puesto de trabajo y de la organización va a agilizar mucho el proceso de
socialización. Cuanto mayor grado de disconformidad haya entre las expectativas
con las que venía el sujeto y la realidad cotidiana del puesto de trabajo que
va a desempeñar, mayores niveles de insatisfacción laboral e identificación con
la empresa. Ello remarca la importancia de que la empresa ofrezca con la mayor
delimitación posible las responsabilidades que va a tener la persona en la
empresa (antes de que empiece a desempeñar su puesto) y de que no infle en
exceso sus expectativas, con el objetivo de aumentar, a largo plazo, su
satisfacción con la organización.
2. La etapa de encuentro
(acomodación, confrontación inicial o
ajuste): donde el sujeto se
encontrará con la realidad de su puesto de trabajo y organización, que
generalmente tiene una duración de 3 o 4
meses y que es considerada como la etapa más crucial para una socialización
efectiva.
-En
esta fase, la persona empieza a enfrentarse con demandas que provendrán de tres
frentes: las demandas de la tarea, del rol y de las relaciones interpersonales
con los demás trabajadores.
3. La etapa de adquisición y cambio:
durante la cual se llega a ser un miembro activo de la organización. De modo
que, con la finalización de esta tercera etapa, tanto el nuevo miembro como la
organización se sitúan en una posición en la que ya tienen información
suficiente como para decidir si continuar con la relación que establecieron en
el contrato psicológico (un contrato
no escrito, entre la persona y la organización) durante la socialización
anticipatoria.
Otro proceso psicosocial muy importante!
ResponderEliminar